Finaliza el seminario impartido Luis Mochón Sensei en Mallorca los días 28 y 29 de septiembre y se abre un tiempo que invita a la reflexión sobre la práctica. La propuesta de Luis Mochón Sensei se caracteriza por ir siempre a lo esencial e intentar disolver todos los aspectos que nublen la búsqueda del Aiki. Son muchos los detalles, las enseñanzas y las experiencias vividas.
Sábado, diez menos diez de la mañana. Un año más, aikidokas de multitud de Dojos se reúnen en el tatami, sentados en seiza, con respiración calmada. Faltan varios minutos para el inicio del seminario con Luis Mochón Sensei. Silencio, el tiempo se detiene y tenemos la oportunidad de estar con nosotros mismos aquí y ahora. Algo inusual en esta sociedad actual, demasiado cargada de estrés y ajetreos.
“No hagáis Aikido, buscad el Aiki.” Toda una declaración de intenciones. Así iniciaba Luís Mochón Sensei la sesión del sábado, a lo que seguía una propuesta “técnica” alejada de cualquier idea de catálogo, orientada a que los asistentes pudieran, de una forma guiada y a la vez llena de libertad, experimentar la conexión con el otro y trabajar con lo que sucede en el instante. Luis Sensei nos recuerda siempre que para él, el Aikido no es un catálogo de técnicas, si no una serie de principios fundamentales, que son los que permiten que nazca el Aiki, la unión en el encuentro. Esta búsqueda y esta sensibilidad han dirigido la práctica del fin de semana, provocando la inmersión de los participantes en una marea de estudio. A ésto ha ayudado el hecho de que muchos de sus deshis se desplazaran hasta la isla para participar en el evento.
“La mente en los talones, la intención hacia uke” o como permitirnos estar en irimi a la vez que permanecemos en nuestro centro, como repetía constantemente el Fundador del Aikido, O’Sensei Morihei Ueshiba. Utilizando la metáfora de defender un castillo, uke es quien realiza el asedio, entrando en la esfera de uke, mientras que tori trabaja en su espacio, transformándolo cuando sea necesario, utilizando la entrada de uke a su favor.
Luis Mochón Sensei tiene la constumbre de practicar con todos los asistentes y no duda en sacar al centro tanto a deshis o aikidokas veteranos como a principiantes o practicantes de otras escuelas o disciplinas. Su capacidad para encontrar el Aiki en situaciones de lo más diversas son muestra de su capacidad de adaptación, de profundidad y comprensión en su práctica. Todo aquel que se pone un keikogi y acude al tatami es un aikidoka.
No sólo ha sido un tiempo de tatami. En la cena del sábado noche formulaba la siguiente cuestión durante las conversaciones y preguntas de los asistentes: ¿dónde termina el tatami y empieza lo demás? No hay dentro y fuera. Si la esencia de nuestra práctica radica en percibir la unidad, no podemos hacer divisiones o clasificaciones. Siguiendo esta propuesta, el fin de semana ha mantenido a todos los participantes en un ambiente de conexión y estudio. Luis Mochon Sensei tiene la capacidad de generar una burbuja que envuelve a todos los asistentes. Una energía amable y sincera que toca personalmente a cada aikidoka que se acerca al seminario. Repleta de Budo, repleta de autenticidad y que invita a la reflexión profunda de porqué y para qué practicamos Aikido. Conectado a ésta cuestión aparece durante las conversaciones la idea de Moshutoku, andar el camino sin un objetivo, que conecta directamente con la idea de Aiki, de unirse al flujo natural de los acontecimientos. Una oportunidad en nuestro caminar el Do para abrir la mirada y potenciar la calma.
Sólo queda agradecer a Luis Mochón Sensei que asistiera un año más a la cita en Mallorca. Siempre es un privilegio y un aprendizaje poder estar cerca de un maestro de su calidad como persona y como budoka. Agradecer también a todos los participantes en el encuentro, especialmente a aquellos que se han desplazado desde lejos, con todo el esfuerzo que ello implica, pero que se ve compensado por el tiempo compartido junto al Sensei y los compañeros. Un agradecimiento especial a todos los alumnos de la escuela Seishin Aikido Mallorca por cuidar de este curso con tanto mimo, sin ellos sería imposible su organización. Esperaremos con ilusión a la próxima cita.
Lorenzo Coll Loshuertos
Seishin Aikido Mallorca
Musubi No Kokoro