Este pasado mes de mayo, tuvo lugar un seminario de Aikido profundamente emotivo y significativo en Yodfat, Israel, dirigido por el reconocido maestro Luis Mochón Sensei. Este evento no solo fue una muestra del arte marcial en su máxima expresión, sino también un símbolo de resiliencia y esperanza en medio de tiempos difíciles. En el seminario participó Lorenzo Coll, deshi de Luis Mochón Sensei y director de Seishin Aikido Mallorca, quien viajó especialmente para apoyar y participar en este importante encuentro.
El seminario se desarrolló en un contexto especialmente delicado, dado que el país todavía estaba recuperándose del devastador ataque ocurrido en octubre del año anterior e inmerso en el conflicto fronterizo con Gaza. La presencia de varios supervivientes de ese ataque añadió una capa adicional de emotividad al evento. Estos individuos, que habían experimentado de primera mano los horrores del conflicto, encontraron en el Aikido una fuente de consuelo y fuerza, un espacio donde podían reconectarse con una sensación de paz interior.
Luis Mochón Sensei, conocido por su profundo conocimiento del Aikido y su capacidad para transmitir sus enseñanzas de manera clara y compasiva, centró el seminario en los principios de la armonía y la conexión. Bajo su guía, los participantes exploraron técnicas avanzadas y fundamentos del Aikido, siempre con un enfoque en la integración del cuerpo y la mente. Mochón Sensei enfatizó la importancia de encontrar la paz interna y proyectarla hacia el exterior, un mensaje poderoso en un lugar marcado por el conflicto.
El ambiente del seminario fue una combinación única de intensidad técnica y serenidad espiritual. Los participantes encontraron en cada sesión una oportunidad para sanar y fortalecer sus espíritus. A través de la práctica del Aikido, se crearon conexiones profundas entre personas de diversas procedencias, unidas por un objetivo común de paz y entendimiento.
El seminario dirigido por Luis Mochón Sensei en Yodfat fue mucho más que una simple reunión de practicantes de Aikido. Fue un testimonio de la capacidad del arte marcial para trascender las barreras del conflicto y fomentar la paz y la armonía.