A menudo, en la práctica, hablamos de purificación. No se trata de algo teórico. El Aikido es un camino de estudio, autoconocimiento y transformación a través de la acción y el conflicto. No es, en ningún caso, un camino de lucha. A menudo, esta idea genera incomprensión, pues generalmente se considera que un arte marcial debería servir para luchar. El Aikido estudia el conflicto para no luchar. Vencer sin luchar es posible, pero supone una transformación profunda para el aikidoka. Vencer con el otro implica desarrollar la sensibilidad para utilizar las energías del encuentro, anular el potencial destructivo del compañero y, necesariamente, vencer la propia idea de vencer al otro. Si uno no se vence a sí mismo, será incapaz de leer las señales del momento, de captar el sentimiento del atacante y de poder moldear el encuentro y dirigirlo en la dirección apropiada. Fluir en el conflicto implica deshacerse de la idea de victoria sobre el otro y abrazar la idea de victoria con el otro, con su energía, con su ira, con su violencia. Transitar el camino de menor resistencia, el camino del Aiki, requiere de sensibilidad. Implica vencer el propio ego que desea pisar al otro. Aikido es un arte para no luchar. Para ello es preciso eliminar las barreras y construcciones internas que nos incitan constantemente a luchar contra lo que nos rodea. Se requiere un paso clave para experimentar y abrir la puerta al Aiki: deshazte de la idea del Aikido como un catálogo de técnicas para defenderte de tal o cual ataque. Puede que al inicio sólo veas ese catálogo. No te dejes llevar por las apariencias. Aikido no es un arte defensivo, no se defiende de nada. Aikido en todo caso va hacia delante, es afilado, avanza fluido, sin resistencia y sin lucha. Busca en cada expresión del arte lo esencial y universal y podrás aplicarlo a cualquier circunstancia. Dentro del contexto de arte marcial, obsérvalo como un ejercicio de purificación, misogi. Sumérgete en la práctica tan a menudo como te sea posible. Adéntrate en la marea de Aiki que es el Dojo y experimenta su poder transformador.