El pasado día 29 de junio nos dejaba Matti Joensuu Sensei; maestro, amigo, hermano. Un maestro inigualable que dejó de hacer Aikido para convertirse en Aikido. Coincidir con él en el tatami era experimentar el Aiki al máximo nivel, lo que hacía era mágico. Fue el hermano mayor de la familia Ki Musubi. Es difícil hacerse a la idea de que no podremos practicar juntos de nuevo, al menos durante un tiempo. Tu marcha repentina nos ha pillado por sorpresa, no lo vimos venir. Echamos de menos tu magia, y sentimos como nunca el compromiso con el Aikido para continuar tu legado. Gracias por tanto, Matti. Nos encontraremos más adelante y reviviremos los grandes momentos.
Lorenzo Coll