–En el Budo japonés no forzamos a que el oponente se mueva. El Budo se basa en el principio de no resistencia, un principio del mundo espiritual. Este es: nenpi kannonkiri.-
O Sensei
El estudio del pasado fin de semana en Mallorca estuvo profundamente unido a estas palabras del fundador. Luis Mochón sensei compartió su búsqueda por encarnar estos fundamentos a través de las herramientas que ha recibido de su sensei y a las que él ha llegado durante su estudio.
-Primero vacío, después gravedad y después forma.-
Luis Mochón Sensei.
Son las pautas a las que se refirió para generar una relación marcial con el oponente basándose en el principio de no resistencia. Creando vacíos la gravedad actua desequilibrando al atacante y esto nos otorga una ventaja sobre él. Es desde esa ventaja cuando aparece la forma técnica.
El sensei utilizó la metáfora de una tarta, cualquier tarta tiene en su base bizcocho y en función de cual sea el toque final recibirá el nombre de tarta de limón o de fresa. Análogamente el waza tiene como base el vacío, la gravedad, el desequilibrio que se irán manifestando hacia una forma que dará nombre a la técnica.
La reflexión del sensei acerca de la técnica es -El origen de la forma siempre está en la experiencia y eso con el paso de los años se acaba cristalizando-
Una propuesta para llevar esto a la práctica es que llevemos los ejercicios de ki musubi a todas las técnicas en lugar de intentar reproducir una forma concreta. Ese tipo de aproximación nos sitúa en un terreno de investigación. Cuando nos centramos en la relación se abren un montón de puertas, pero para ello tenemos que meternos en una escucha orgánica que tiene foco en que ocurra lo que tenga que ocurrir en lugar de intentar reproducir lo que yo quiero que ocurra.
Según Luis sensei, jugamos con la no información. Como toris nunca emitimos información en positivo. No actuamos directamente sobre uke si no que generamos situaciones espaciales que lo atraigan hacia el vacío y nos sincronizamos con la «respiración» del movimiento. Esta forma de actuar da lugar a una sensación de que las cosas suceden facilmente o incluso de que el atacante se cae solo. No es un trabajo de brazos, si no de cuerpo. –Es como un juego de compuertas en las acequias, donde vamos abriendo las caderas para liberar el ki–
El tipo de contacto que propicia este trabajo es el bautizado rubber duck de Matti sensei. El patito de goma que sube y baja con el nivel del agua en función de cómo se mueva el uke. Para Luis sensei el pato de goma tiene además voluntad para generar más peso, extender el ki o liberarlo en una dirección concreta. Para que la gravedad y el vacío actúen todo ha de suceder de arriba a abajo, intentando que los movimientos no sean horizontales. Nos pidió que dejásemos atrás las posturas que se sostienen en un afán de hacer, que las quitemos también fuera del tatami. Y que experimentemos el –estar en los talones– de Miyamoto Musashi, que para él se refiere a un estado físico mental que supone dejar de hacer para ser.
Mucho más recibimos y experimentamos. Gracias al sensei y al grupo de compañeros que hacen posible sumergirse en el estudio en profundidad. Gracias también al grupo de de Seishin Mallorca por acoger este evento con ese sello tan propio de los aikidokas isleños.
por Candela Torres
Fuente:
Aikido en Mallorca